El debate sobre la pedagogía, su
naturaleza, perspectivas, epistemología y la relación teórico práctica
MSc. Lcdo Rafael Simón Ortega Rondón
Frecuentemente se define la
Pedagogía como una disciplina científica que se encarga de la formación del ser
humano, la cual guarda una relación muy cercana con la filosofía, historia,
sociología y la psicología, que propende a la difusión y producción de conocimiento.
Es cierto que la visión inicial de la pedagogía como elemento fundamental para
la formación docente se ha venido perdiendo en el transitar del camino.
Por tal motivo, resulta pertinente, en los tiempos recientes y por venir, replantearla como ciencia que involucra diversas áreas del saber. Este relanzamiento implicaría, en primer lugar, el reconocimiento de la importancia de la actividad reflexiva durante el ejercicio de la pedagogía y un accionar teórico práctico para la transformación docente, tal cual lo plantea (Schön, 1998) y teniendo en cuenta que el conocimiento se genera a partir de la relación dialéctica, reflexión y acción para crear nuevas acciones (Freire, 1976; Carr & Kemmis, 1988).
Por tal motivo, resulta pertinente, en los tiempos recientes y por venir, replantearla como ciencia que involucra diversas áreas del saber. Este relanzamiento implicaría, en primer lugar, el reconocimiento de la importancia de la actividad reflexiva durante el ejercicio de la pedagogía y un accionar teórico práctico para la transformación docente, tal cual lo plantea (Schön, 1998) y teniendo en cuenta que el conocimiento se genera a partir de la relación dialéctica, reflexión y acción para crear nuevas acciones (Freire, 1976; Carr & Kemmis, 1988).
Ahora bien, la actividad
sostenida que implica producir conocimientos y saberes pedagógicos se sustenta
epistemológicamente en el sujeto docente como ser y en consecuencia, como
disposición epistemológica en el sujeto docente, lo cual invita a pensar en las
posibilidades del ser y por ende, en todas sus relaciones e inconsecuencia de
la interacción entre sujeto y el objeto.
En este contexto, considerando
el estudio de la hermenéutica filosófica de (Heidegger 1988), se puede
establecer que la fenomenología es asumida como una ontología, una parte de la
metafísica que estudia el ser en general (el sujeto) y sus propiedades, donde
se estudia como ser proyectado que se construye en su transitar día a día, como
supuestos del conocimiento. En ese orden de ideas, el ser humano docente es
entendido como necesidad de proyección hacia el futuro. En otros términos, el
ser al existir construye su propia esencia, basado en todo un sistema complejo
de valores.
En consecuencia, el currículo
para la formación docente debe tener en consideración al sujeto
docente-estudiante como un ser, una persona que es capaz de construir diversas
estructuras de conocimiento novedosas al interactuar con el objeto de estudio,
sus iguales y el contexto donde se desenvuelve.
Por lo tanto, si el
conocimiento está relacionado o apunta hacia un entramado epistémico en torno
al contexto histórico-socio-cultural, resultaría adecuado proporcionar al
docente preparación cognoscitiva, emocional y espiritual de manera que sea
capaz de asumir críticamente y de forma reflexiva, los problemas
epistemológicos que subyacen, para impedir que sea un ente pasivo,
replicador de conocimiento y memorístico ante la aparición de una nueva matriz
epistémica.
Además, bajo una perspectiva
compleja, transdisciplinaria, hermenéutica, se presentan métodos necesarios
para construir el objeto de conocimiento de la pedagogía, que tendría como
objetivo principal trascender a la conciencia del sujeto, atendiendo al objeto
real, percibido y construido, así como a las transformaciones de los fenómenos,
dejando establecido el carácter complejo de los eventos, el contexto, la
diversidad y el aspecto dimensión, con la intención de no caer en la
reproducción de los saberes previamente conformados de la ciencia empírica y
analítica.
En este sentido, conviene
privilegiar la posición (Martínez, 1991), quien afirma entre otras cosas que,
el conocimiento se considera el fruto o resultado de una interacción, de una
dialéctica, o diálogo, entre el conocedor y objeto conocido. En este diálogo tienen
voz múltiples interlocutores, como los factores biológicos, los psicológicos y,
sobre todo, los culturales: todos influyen en la conceptualización de o
categorización que se haga del objeto (...). El concepto de ´intersubjetividad´
reemplaza, así, al concepto de ´objetividad´ (...). (pp. .24-25)
En
ese orden, se puede destacar que en esencia los conceptos multidisciplinario,
interdisciplinario y transdisciplinario y otros que han surgido con fuerza, son
un reflejo de los diversos niveles del carácter dialéctico y sumamente complejo
del desarrollo científico moderno y su relación con los procesos de formación
de los recursos humanos.
Partiendo de
este aspecto, se puede deducir que se deben superar las estructuras de
pensamiento cerradas, compartimentados y de carácter disciplinario, ya que
responden al paradigma del pensamiento disyuntivo, reduccionista y separatista.
Ante esta tarea se estudia la interdisciplinariedad que implica, la presencia
de varias disciplinas que se entrelazan en base a un objetivo común y que
pretenden trabajar y actuar de manera integrada; la multidisciplinariedad que
promueve la acción por separado de cada disciplina,
aunque resulta necesario evidenciar que lo hacen de manera colaborativa y cada
una de ellas lo hace conservando sus modelos y métodos propios. La
pluridisciplinariedad que implica la presencia de varias disciplinas, tal cual
lo define la multidisciplinariedad pero, a diferencia de ésta, se trata de un
conjunto de disciplinas afines que se interrelacionan y sus objetivos son
diversos e independientes y la transdisciplinariedad que, basándose en la
integración disciplinaria, trasciende esa relación, por lo que el desarrollo
epistemológico se hace relevante.
Finalmente, tal cual está
ocurriendo en la actualidad, surge la necesidad de explorar y actuar en base a
paradigmas mas universales, una especie de metasistema que apunte hacia la
conducción de las interpretaciones y sus interpretaciones y a las explicaciones
de las explicaciones, motivo por el cual la amplitud y la inexpecificidad
llevará hacia un enfoque de carácter gnoseológicoque trate de analizar y evaluar la solidez de las reglas que
sigue nuestro propio pensamiento, lo cual traería consigo que cada disciplina,
de manera asertiva, proceda a revisar, redefinir y reformular sus propios
principios estructucturales, partiendo de su propia individualidad y
trascendiendo de manera indetenible.
Carr, W. & Kemmis, S. (1988). Teoría crítica de la
enseñanza. La investigación- acción en la formación del profesorado.
Barcelona: Martínez Roca. [ Links ]
Freire, P. (1976). La educación como práctica de la libertad
(17ª ed.). México: Siglo XXI. [ Links ]
Heidegger, M. (1988). El ser y el tiempo. México: Fondo
de Cultura Económica. [ Links ]
Hernández, A. (2000). Estrategias
innovadoras para la formación docente. Disponible enhttp://www.oei.org.co/de/ac.htm Consulta:
12/07/2007. [ Links ]
Martínez, M. (1991). La
Investigación Cualitativa Etnográfica en Educación. Caracas:
Texto. [ Links ]
56. Schön, D. (1992). La
formación de profesionales reflexivos. Hacia un nuevo diseño de la enseñanza y
el aprendizaje en las profesiones. Barcelona:
Paidós. [ Links ]
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