miércoles, 8 de febrero de 2017

POSMODERNIDAD Y PENSAMIENTO COMPLEJO ¿HACIA UN NUEVO PARADIGMA EN EDUCACIÓN? REFLEXIONES SOBRE MORIN, REYNOSO Y MOTTA

“La historia es como un forcejeo, una dialéctica compleja a largo plazo, aun los triunfos también son cortos y hay que saber acumular fuerzas para los próximos dos pasos adelante.” 
Enrique Dussel




Por: Rafael Simón Ortega-Rondón
En los últimos años se ha hablado y escrito mucho sobre la posmodernidad, la interdisciplinariedad y el pensamiento complejo, temas éstos que por atractivos, controversiales y polémicos han generado diversas opiniones favorables y desfavorables. Resulta evidente que la modernidad no dio respuestas satisfactorias a los diversos problemas que la humanidad aún tiene pendientes, motivo por lo cual revisar y reflexionar sobre planteamientos serios y propuestas alternativas para resolverlos, resulta altamente pertinente y conveniente en momentos cuando la inquietud propositiva se ha desplegado por todos los rincones del planeta. Para tal fin se reflexiona sobre los trabajos: Introducción al Pensamiento Complejo de Edgar Morin, Complejidad, educación y transdisciplinariedad de Raúl Motta y Modelos o metáforas. Crítica del paradigma de la complejidad de Edgar Morin de Carlos Reynoso, así como otras lecturas complementarias, relacionadas todas con el tema tratado.


Explorando contenidos

Morin (1990) entre 1976 y 1988 realizó una serie de conferencias y desarrolló un conjunto de ensayos que fueron compilados en su obra Introducción al pensamiento complejo, en la cual desarrolla lo que se ha dado en llamar la epistemología de la modernidad, un método que tiene su sustento en la Teoría de la información, cibernética y sistémica, a través del cual se desarrollan principios como el dialógico, recursivo y el hologramático. Esta propuesta de Morin contrasta con la postura cartesiana disyuntiva que promueve la individualidad, la tecnificación, la monetarización, el desarrollo, el sistema de bienestar, la degradación de las solidaridades y de la autoestima. En contraposición a esta postura Reynoso (2009) sostiene que los planteamientos de Edgar Morin, contrario a lo que se piensa, no pertenecen a las denominadas teorías de la complejidad contemporáneas. Para Carlos Reynoso las propuestas de Morin muestran una visión arcaica de la complejidad, y en contrapartida propone métodos y técnicas complejas imaginativas y de alta productividad. Señala que la propuesta Moriana no hace mención de los métodos complejos adaptativos a las geometrías y gramáticas recursivas, mostrando repulsión por el concepto de no linealidad lo cual considera extravagante. Reynoso llega a expresar que el modelo de Morin está viciado por presentar diversos errores conceptuales y técnicos. Además expresa que se encuentra afectado por un número significativo de errores de concepto, fallas técnicas, locuciones falaces, refutaciones y lecturas sesgadas. Por otra parte Motta (2002), tomando en consideración los postulados de Morin, y adentrándose en el tema de la educación, plantea en su trabajo Complejidad, educación y transdisciplinariedad que no resulta factible un proceso de transformación educativa con calidad, sin previamente promover el fortalecimiento del educador con la intención de ubicarlo en la delantera para reconfigurar su protagonismo social. En tal sentido la transformación de la educación implicaría resolver dificultades económicas, renovación y ampliación del currículo, pero principalmente abarcaría crear las condiciones para una formación integral y continua, donde se promueva la reflexión crítica con rigor filosófico, análisis histórico y una postura epistémica alejada del positivismo, para lo cual debe producirse según Motta, una transformación del conocimiento. Ante esta diatriba surgen las siguientes preguntas ¿Representa realmente la posmodernidad, la interdisciplinariedad y el pensamiento complejo una postura paradigmática nueva para transformar la educación? o ¿Se trata solo de un nuevo entramado discursivo? En los últimos años han existido cambios relevantes que han afectado significativamente todos los factores constitutivos de la sociedad contemporánea y la educación no escapa a esos cambios. Un acercamiento al estudio del aprendizaje complejo resulta necesario para comprender a plenitud esa relación, en tal sentido Winn en 2006 establece tres categorías para explicarla: la complejidad del estudiante, la complejidad de los materiales de aprendizaje y la complejidad del entorno de aprendizaje. En esa misma tónica se asume que en esta producción se combinan aspectos tales como las creencias epistemológicas, las relacionadas con atributos y las relativas a las motivaciones que el estudiante tiene al respecto del conocimiento por aprender, así como creencias sobre su papel y capacidad como aprendiz para procesar ese contenido y asimismo las de carácter heurístico cognitivas y metacognitivas que le son necesarias para construir códigos, establecer categorías, reconocer, recordar, razonar, transferir, planear, evaluar y regular la actividad cognitiva constructiva. Bajo esta perspectiva compleja las dos dimensiones iniciales agrupan importantes esfuerzos de investigación cognitiva y socio-cognitiva racional para explicar procesos, estructuras, estrategias, creencias y valores del estudiante que constituyen componentes centrales del desempeño académico: por un lado, las variables cognitivas, meta-cognitivas y afectivo-motivacionales del aprendizaje académico auto regulado y por el otro, la mediación del aprendizaje a partir de las diferencias en las creencias epistemológicas de los estudiantes. 

A manera de conclusión

Se debe aclarar que el estudio de las variables del estudiante y de la instrucción tiene complejas interacciones que deben ser analizadas, y evidentemente los métodos tradicionales no han tenido la sensibilidad suficiente como para entender los procesos de aprendizaje como fenómenos de alta complejidad, motivo por el cual el pensamiento complejo y el método que le caracteriza tiene cabida indiscutible.


Bibliografía 

Morin, E. (1990). Introducción al Pensamiento Complejo. España: Gedisa Editorial. 

Morin, E. (1999). La Cabeza Bien Puesta: Repensar la reforma, reformar el pensamiento. Argentina: Ediciones Nueva Visión. 

Motta, R. (2002). Complejidad, educación y transdisciplinariedad. Polis, Revista Académica de la Universidad Bolivariana de Chile. Vol. 1, No. 003.

Reynoso, C. (2009). Modelos o metáforas. Crítica del paradigma de la complejidad de Edgar Morin. Buenos Aires, SB.

Winn W. Sistema teórico de diseños complejos acontecimientos para investigar. En: Elen J, Clark R (2006) (editores). Manejo de complejidad en entornos de aprendizaje: teoría e investigación. España. Elsevier. 2006. 238-254. [ Links ]

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